Un hombre de Dios es el segundo escenario de la campaña de Eduardo el Zanquilargo en Age of Empires II: Definitive Edition - Lords of the West.
El escenario describe los acontecimientos de la cruzada de Eduardo el Zanquilargo en 1271-1272, también conocida como la Novena Cruzada.
Prólogo[]
Despiadado y astuto, Eduardo no siempre acató los códigos caballerescos que tanto apreciaba la nobleza europea. Tras atacar Kenilworth sigilosamente y masacrar a los hombres de Simón El Joven por la noche, ocultó a su ejercito con los estandartes capturados para destruir a de Montfort en Evesham.
En un acto de brutalidad alarmante, el cadáver de De Montfort, un conde de Inglaterra, fue mutilado, y se insertó su cabeza en una pica.
Eduardo había ganado la guerra y sometido a los rebeldes en poco más de un año, pero la victoria le costó su honor. La idea de que un carnicero impío ascendiera al trono de Inglaterra de la noche a la mañana estremecía a nobleza y clero por igual.
Para restaurar su reputación y demostrar que era digno de la corona, mi padre lideró una cruzada hasta la Tierra Sante del este, donde la situación se volvió cada vez más extrema.
El voraz sultanato mameluco libró una feroz guerra de expansión, primero contra los mongoles y ahora contra los atribulados cruzados. Varias fortalezas cayeron rápidamente ante su imparable embestida.
Su líder era el sultán Baibars, un hombre no muy diferente a mi padre Eduardo. Baibars fue un esclavo de origen cumano que saltó a la fama a través del servicio militar y acababa de tomar el poder asesinado al sultán vigente.
Tras masacrar a la población de Antioquía, sus ejércitos amenazaban Acre y Trípoli desde el este, y convergían en ambas ciudades en un sofocante asedio. Cuando el ejercito llegó a Acre, se encontró con unos habitantes que, aunque desesperados, guardaban esperanzas.
Instrucciones[]
Condiciones iniciales[]
- Edad de inicio: Edad de los Castillos
- Recursos iniciales: 1000 alimento, 1000 madera, 1000 oro, 100 piedra
- Límite de población: 125
- Unidades iniciales:
- Eduardo el Zanquilargo
- 15 Arqueros de Tiro Largo
- 10 Piqueros
- 5 Jinetes
- 2 Caballería Ligera
- 2 Monjes
- 10 Aldeanos
- 5 Galeras de Guerra
- 5 Pesqueros
- 2 Urcas Mercantes
- Tecnologías y mejoras iniciales: Galera de Guerra, Banca
Objetivos[]
- Defiende Acre (1, rojo) y Trípoli (2, azul) hasta que las fuerzas mamelucas se retiren. Debe resistir al menos un castillo en cada ciudad.
- (secundario) Destruye Qaqun (7, morado) y Nazaret (8, gris) para debilitar la campaña bélica del enemigo.
- (secundario) Saquea los herreros y depósitos de suministros (talleres comerciales) de los campamentos militares enemigos para obtener tecnologías y recursos.
- (secundario) Envía un emisario al ilkanato para formar una alianza.
- (secundario) Pagar el ilkanato (4, naranja) 500 de oro para que declare la guerra a los mamelucos y a Alepo.
- (secundario) Usa burlas para comandar los ejércitos de las Órdenes cruzadas.
- Escribe 210 para decirles que defiendan Acre.
- Escribe 220 para decirles que defiendan Trípoli.
- Escribe 230 para decirles que se defiendan.
- Escribe 240 para decirles que lancen una ofensiva.
Pistas[]
- Lord Eduardo está restringido a la Edad de los Castillos y tiene un límite de población de 125. Además, su estrategia defensiva y sus limitados recursos impiden el entrenamiento de los aldeanos y la construcción de muchos edificios y máquinas de asedio.
- Los arqueros de arco largo británicos son unidades inmensamente poderosas expertas en mantener posiciones defensivas.
- Utiliza el mar para pescar y comerciar con el puerto de Limassol en el oeste, pero ten cuidado con la flota mameluca.
- Los caballeros de las órdenes de los cruzados, los soldados más poderosos en el campo, marcharán según ordenes. Despliega estas tropas de élite donde los combates son más intensos y coordina sus maniobras con las de los tuyos.
- El ilkanato mongol detesta a los mamelucos y podría ser un poderoso aliado, si surge la necesidad.
Exploradores[]
Informe de tus exploradores:
- Lord Eduardo (1, rojo) ha llegado a Acre con una fuerza cruzada para hacerse cargo de la defensa de la ciudad.
- La ciudad cruzada de Trípoli (2, azul) esta situada ligeramente al norte de la posición de Eduardo en Acre. Trípoli se defenderá con serjeants, ballesteros y piqueros.
- Las órdenes cruzadas de caballería (3, amarillo) controlan varias fortalezas y campamentos periféricos, así como algunos enclaves dentro de Acre y Trípoli. Ellos despliegan a un poderoso ejército de infantería pesada y caballería pesada.
- La ciudad de Alepo (5, cian), controlada por los mamelucos, está lista para atacar Trípoli desde el norte. Alepo ataca con espadachines con espadas largas, jinetes de camello, hostigadores de élite y máquinas de asedio.
- El sultanato mameluco (6, verde) controla las partes sur y oriental del mapa. Su sultán, Baibars, atacará sin piedad a los cruzados con mamelucos, arqueros a caballo, caballería ligera y máquinas de asedio. Los mamelucos también construirán una flota para atacar a los cruzados por mar.
- Las ciudades de Qaqun (7, morado) y Nazaret (8, gris) se encuentran al sur y sureste. Proporcionan suministros y hombres a las fuerzas mamelucas, pero están mal vigiladas y se desmoronarán ante una rápida ofensiva.
- El ilkanato mongol (4, naranja) domina la parte noreste del mapa. Sus hordas de caballería y arqueros montados están inactivas por ahora, pero podrían montar en cualquier momento.
Jugadores[]
Jugador[]
- Jugador ( Britanos): El jugador controla la ciudad de Acre. Esta bien fortificada, con una doble barrera de murallas fortificadas y muchas torres. Pero aunque la ciudad contiene diferentes tipos de edificios, no tiene un centro urbano. El jugador tampoco puede construir uno, ni tampoco edificios de producción de unidades, por lo que es de gran importancia proteger los que tiene la ciudad. La guarnición inicial del jugador consiste en un buen número de arqueros de arco largo, apoyado por piqueros y jinetes.
Aliados[]
- Trípoli ( Sicilianos - Normandos): Controlan la ciudad de Trípoli y entrenan serjeants, piqueros y ballesteros. Son suficientemente capaces de defenderse por si mismos, pero el jugador debería echarles un ojo de vez en cuando.
- Órdenes de los cruzados ( Teutones): Se concentrarán en defender sus posesiones, pero actuarán según los deseos del jugador mediante burlas. Entrenan jinetes, caballeros de la Orden Teutónica y espadachines de espada larga.
Neutral → Aliado[]
- El ilkanato ( Mongoles): Buscarán una alianza después de un tiempo para ayudar al jugador. Entrenan caballería ligera, arqueros a caballo y mangudais.
Enemigos[]
- Alepo ( Sarracenos): Alepo es una ciudad enemiga en el centro del mapa y entrenan jinetes a camello, espadachines de espada larga, hostigadores de élite y armas de asedio.
- Egipcios mamelucos ( Sarracenos): Tienen varias bases repartidas por el mapa y atacará Acre desde el principio. Entrenan mamelucos, arqueros a caballo, caballería ligera, armas de asedio y galeras de guerra. A medida que pase el tiempo, irán mejorando sus unidades. Acabarán atacando con un ejercito sarraceno mejorado al máximo, incluyendo lanzapiedras, en los 10 últimos minutos del escenario.
- Qaqun ( Tártaros): Tienen una pequeña guarnición y algunos edificios, y abastecerán a las fuerzas mamelucas de recursos.
- Nazaret ( Sarracenos): Tienen una pequeña guarnición y algunos edificios, y abastecerán a las fuerzas mamelucas de recursos. También tienen un centro urbano, pero no entrenarán ningún aldeano.
Estrategia[]
Situación[]
Tu misión es sencilla; debes mantener al menos un castillo en pie en Acre y otro en Trípoli durante una hora. La dificultad aquí reside en que, a diferencia de tu oponente, no puedes avanzar a la Edad Imperial y no puedes construir ni aldeanos ni centros urbanos. Aun así, puedes crear barcos pesqueros y barcas mercantes para conseguir alimento y oro. Hay muy poca madera en el mapa, y la mayoría de ella se encuentra en zonas de conflicto, por lo que pasaras problemas con la madera. Como tampoco puedes construir castillos, la piedra de la que dispones debería ser suficiente.
Tu propia ciudad (Acre) es atacada constantemente por los egipcios mamelucos, mientras que Alepo acosa a Trípoli. También están las órdenes de los cruzados, que teóricamente se pueden controlar mediante comandos en el chat, pero esta mecánica tiene errores, así que no esperes mucho de ellos.
Tácticas básicas[]
Tendrás que defender desde el minuto uno, ya que el ataque de los egipcios mamelucos ya esta en curso cuando empiezas el escenario. Su ejército, así como el de Alepo, consta principalmente de arqueros a caballo, jinetes de camello, mamelucos, arietes y manganas. También crearán algunos espadachines de espada larga, ballesteros y escorpiones. Los arqueros a caballo y los arietes son los que representan una mayor amenaza.
Como los hostigadores de la IA son muy efectivos contra los arqueros de arco largo, ya que están mejorados del mismo modo que los arqueros a caballo, es tu prioridad mantener tus arqueros a salvo, ya que son el centro de tu defensa. Emplea la opción de pausa del juego si las acciones multitareas son demasiado para ti.
Sin embargo, tendrás que acabar con los arietes de otra forma, y la mejor alternativa son piqueros y caballería. Pero como los arqueros de arco largo cuestan madera en vez de alimento, y la madera es el recurso más escaso del mapa, no podrás utilizar piqueros como unidades basura.
Comienzo[]
Nada más comenzar, lleva tus tropas a la zona superior de tu base para preparar la defensa del ataque inicial, y sepáralas en infantería, caballería y arqueros. Usa la posición defensiva para las unidades cuerpo a cuerpo y mantén la posición para las unidades a distancia. Después, utiliza a tus monjes para guarecer las reliquias de la ciudad en los monasterios para generar oro, y envíalos junto a tu ejercito cuando hayas terminado.
Mientras tanto, manda a tus aldeanos a recoger la madera que hay dentro de la ciudad, excepto los cuatro aldeanos que están junto a las canteras de piedras. Pon a dos de ellos a recolectar y manda a los otros hacia Trípoli: la IA es muy torpe cuando se trata de reparar murallas, así que tus aldeanos deberían encargarse de eso. Pero no los pierdas de vista: si Trípoli envía sus unidades a combatir, las puertas de las murallas se abrirán, y es posible que los jinetes a camello enemigos ataquen a tus aldeanos; esto se contrarresta guareciendo a tus aldeanos en un edificio. Al mismo tiempo, crea 5 barcas mercantes y entre 5 a 10 barcos pesqueros. A la larga, es recomendable tener entre 10 y 15. Recuerda: si tienes problemas para hacer todo esto, utiliza la opción de pausa.
Emplea los recursos que te queden para unidades y tecnologías; los arqueros de arco largo, jinetes y caballería ligera son mejores que la infantería de a pie. En cuanto a las tecnologías, sigue este orden: Flecha de Punzón, Armadura de Cota de Malla para Caballería, Caballería Ligera, Fundición de Hierro, Balística, Yeomen y Armadura de Cuero para Arqueros. Las demás tecnologías ayudan, pero no tanto como estas. En la mayoría de los casos la superioridad tecnológica es mejor que la numérica: con 20 unidades de caballería y entre 10 y 15 arqueros de arco largo son suficientes para empezar.
Ya estas listo para repeler el ataque inicial. Emplea la caballería contra los arietes y después retírala. Sigue defendiendo con tus arqueros y cúralos con tus monjes si es necesario.
Cada taller comercial que destruyas te proporcionará 500 alimento, 500 madera y 500 oro. Destruir cada herrería te dará una tecnología de la Edad Imperial, con un total de seis: una de ellas es Química, y el resto son mejoras de la herrería de la Edad Imperial.
Próximos pasos[]
Tras rechazar el ataque, dirígete al sur. Hay un pequeño campamento mameluco que tienes que destruir, para así evitar ataques terrestres desde esa dirección durante los siguientes 40 minutos. Ordena también a tus aliados teutones que ataquen otros campamentos; su destrucción no solo hará que sea más fácil defender, también te proporcionará recursos adicionales.
Dependiendo de lo rápido que vayas y de lo maltrecho que estés, puedes considerar atacar Qaqun, pero cuidado: no muy al sur hay un muelle de los mamelucos con una gran guarnición; no te enfrentes a ellos. Si tienes dudas, guarda la partida antes de atacar Qaqun y cárgala si las cosas no van bien.
Sin embargo, al mismo tiempo, Alepo estará acosando continuamente a Trípoli. Como esta solo puede aguantar dos oleadas por su cuenta, cuando destruyas el campamento del sur es el momento en el que Trípoli necesitará ayuda. Salvo el flanco acuático, lleva todas tus tropas hacia Trípoli. La IA de los mamelucos no te atacará durante un buen rato, ya que destruiste sus campamentos. Alepo atacará siempre por la puerta diagonal; si cae, construye una nueva, y si la dañan, repárala. Recuerda que enviaste a dos aldeanos allí al comienzo del escenario. Coloca a los arqueros de arco largo detrás de las torres y a la caballería delante de ellos, para que actúen de amortiguadores entre tus arqueros y los jinetes de camello enemigos. Si ves arietes o manganas, destrúyelas inmediatamente. Y si tus arqueros o tu caballería sufren daños importantes, deja que tus monjes se encarguen de curarlos. Aguanta con esta estrategia 20 minutos, y el resto será muy fácil a partir de ahí.
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Mientras estés defendiendo Trípoli, tendrás que vigilar también el mar. El enemigo nunca va a crear galeones artillados, así que nunca tendrá la posibilidad de dañar tu castillo desde el mar, pero como tu economía entera se basa en el agua, no puedes ignorar su vigilancia. Al principio, la IA atacará tus murallas al sur, así que aprovecha esta técnica ineficaz para ganar tiempo. Construye una pequeña flota de 12 barcos (prioriza los barcos incendiarios sobre las galeras de guerra), que servirán de apoyo en la entrada del puerto. Después, mejora tus torres y construye entre 2 a 4 de ellas en las canteras del sur, para que coincidan con la ruta de llegada de los barcos mamelucos. En cuanto sean atacados por las torres, intentarán destruir las torres sin mucho éxito. En el caso de que los mamelucos vean a una de tus barcas mercantes, se podrán agresivos con ellas. Deja al menos seis galeras de guerra en la entrada del puerto para la defensa. En caso de duda, bloquea a los barcos enemigos y deja que tus torres se encarguen del resto.
Los mongoles y últimas oleadas[]
Los mongoles son una bendición. A la mitad del escenario, te pedirán que envíes a un mensajero (cualquier unidad sirve, pero la caballería ligera es la mejor) al campamento mongol. Una vez allí, te ofrecerán su ayuda por tan solo 500 de oro. ¡Acepta esta oferta sin dudar, ya que son muy poderosos! Después de pagarles, irán inmediatamente hacia el frente de Alepo, destruyendo sus campamentos y recuperando tu inversión. Los mongoles limpiarán de enemigos todo entre Alepo y Acre, y luego atacarán la base principal de Alepo, pero seguirán enviando tropas. Si quieres, puedes intentar unirte a la ofensiva, pero las pérdidas que puedes llegar a recibir hacen que el asalto no salga rentable.
Ahora Trípoli esta fuera de peligro y Alepo esta en constante presión, pero los egipcios mamelucos volverán a atacar pronto, así que manda tu ejercito terrestre de vuelta a Acre. No recibirás ataques de importancia hasta los últimos 10 minutos, pero en este punto los mamelucos tendrán desarrolladas tecnologías de la Edad Imperial, y te atacarán con grandes oleadas de jinetes a camello, arietes y lanzapiedras. Es muy probable que, por culpa de los lanzapiedras, tengas agujeros en tus murallas; tu caballería tendrá muchas dificultades para destruirlos, ya que los lanzapiedras se encuentran lejos y entre un ejército de jinetes a camello, que son anti-caballería. Por culpa de su superioridad tecnológica, no tendrás muchas posibilidades, pero solo quedan 10 minutos. Manda tus unidades para atraer a los jinetes enemigos hacia tu castillo, y destruye los arietes y lanzapiedras cuando los veas. Pero no todo son malas noticias: ten en cuenta que la base de los egipcios mamelucos esta muy lejos, hacia el este, por lo que sus tropas tardarán en llegar, y la IA perderá tiempo con trivialidades, como destruir puertas innecesariamente, aunque tendrás agujeros en las murallas a estas alturas. En el peor de los casos, perderás el castillo del este. Pero para cuando quieran llegar al otro, ya habrás obtenido la victoria.
Epílogo[]
La batalla fue sanguinaria. Cruzados y mamelucos cayeron en tropel, salpicando de sangre y vísceras las almenas y campos que rodean Acre y Trípoli.
Mi padre demostró su valía como estratega y estadista durante toda la cruzada. Se enfrentó sin miedo al peligro y lideró una audaz incursión que devastó las ciudades enemigas de Nazaret y Qaqun.
Tras estas victorias, convenció a la aterradora horda del Ilkanato mongol para que invadiera a los mamelucos y devastara la región alrededor de Alepo.
Baibars, hasta entonces invencible, fue superado en número y tuvo que retirarse, no sin antes enviar a un nizarí con una hoja envenenada para eliminar a su rival. Eduardo mató al asesino, pero una herida en el brazo lo dejó postrado en cama durante meses.
Curiosidades[]
- Este escenario esta basado en la novena cruzada (1271-1272).
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