La Ruta de la Seda es una Tecnología única de Age of Empires II HD: The Forgotten para los Italianos y puede ser investigado en el Castillo una vez se alcanza la Edad Imperial. Una vez investigada, se reduce a la mitad el costo de las Carretas de Mercancías y las Urcas Mercantes.
Estrategia[]
Si bien no son de mucha utilidad fuera de los juegos en equipo, la Ruta de la Seda puede ahorrar una gran cantidad de recursos en donde el comercio sea importante. Si una ruta comercial se destruye y necesita ser restablecida, la Ruta de la Seda da el golpe de manera significativa. Además, con el Carpintero Naval y la Ruta de la seda, las Urcas Mercantes cuestan 30 madera, 25 oro, así como su movimiento extremadamente rápido. Esto los convierten en excelentes exploradores navales.
Historia[]
La Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales organizadas a partir del negocio de la seda china desde el siglo I a. C., que se extendía por todo el continente asiático, conectando a China con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África. Debe su nombre a la mercancía más prestigiosa que circulaba en ella, la seda, cuya elaboración era un secreto que sólo los chinos conocían. Muchos productos transitaban estas rutas: piedras y metales preciosos, telas de lana o de lino, ámbar, marfil, laca, especias, vidrio, materiales manufacturados, coral, etc. Convencionalmente los extremos de la Ruta se sitúan en Roma y en la ciudad china de Xian (antigua Changan), y sus diversos ramales cruzan ciudades antaño fabulosas como Damasco, Bagdad o Samarkanda y accidentes geográficos con fama de insuperables, como el macizo del Pamir, con puertos de montaña de 5.000 m de altitud, o los desiertos del Gobi (que en mongol significa "lugar sin agua") y Taklamakán (cuyo nombre quiere decir "lugar donde entras pero no sales"). La Ruta de la Seda se divide en dos ramales: norte y sur, para bordear el desierto cuyo nombre significa "donde entras pero no sales". Milán, Ruoqiang y Niya son ciudades que estuvieron situadas en oasis a lo largo de la antigua ruta del sur y que han ido desapareciendo bajo las arenas. Una nueva situación política en China y una nueva realidad económica y cultural en Occidente hicieron posible el restablecimiento de nuevas relaciones entre los dos mundos gracias a que, junto a las mercancías, empezaron a intercambiarse también las ideas, los conocimientos artísticos, los idiomas y las religiones. Desde entonces, las Rutas de la Seda dejaron de ser caminos exclusivos de los comerciantes y de los militares, y empezaron a ser transitados cada vez con más frecuencia por intelectuales y por monjes de las principales religiones del mundo. Hacia el siglo XV, con el auge de la navegación y las nuevas rutas marítimas comerciales,fue languideciendo lentamente la importancia de la Ruta de la Seda como principal arteria comercial entre Oriente y Occidente.