En el Antiguo Egipto, cuando un personaje importante moría, su cuerpo se llevaba en procesión hasta la tumba y allí se realizaba la ceremonia de la apertura de la boca. Dicha ceremonia pretendía infundir el Ka viviente del difunto a la estatua de un dios para el viaje hasta el Más Allá. Tras momificar el cuerpo, poner los órganos principales en urnas canópicas individuales y hacer ofrendas a los dioses, el difunto estaba listo para someterse al juicio.
"Neftis dijo a Osiris Ani, cuya palabra es la verdad: 'Te rodeo para protegerte, oh, hermano Osiris. He venido para hacer de protector tuyo. Mi fuerza estará junto a ti, mi fuerza te acompañará, para siempre. Ra ha escuchado tu clamor y los dioses han hecho que tu palabra sea verdad. Te has alzado. Tu palabra es verdad respecto a lo que has sufrido. Ptah derrocó a tus enemigos y tú, a Horus, hijo de Hathor".