El martillo de Thor se llamaba Miolnir, que significa "triturador". Fue forjado por el enano Brokk, que desgraciadamente confeccionó el mango demasiado corto, por lo que Thor se veía obligado a llevar guantes cada vez que lo utilizaba. Miolnir siempre acertaba en el blanco que Thor deseaba y volvía a él después de que éste lo lanzara. Podía encogerse para colgarse alrededor del cuello de Thor y, quizás por este motivo, el martillo fue uno de los motivos más populares en la confección de joyas vikingas.