El Gran Asedio es el tercer y último escenario de la campaña de Bari en Age of Empires II: The Forgotten. Se basa en el Asedio de Bari por los normandos en el año 1068–71 y el jugador controla ahora a Andreus Nautikos en su misión de expulsar a los normandos de Bari.
Prólogo[]
"Cuando uno es muy joven siempre ansía el momento de la batalla. Quizás persiguiendo esos ideales románticos, quizá buscando ganar renombre o sólo para conseguir el respeto del señor al cuál se sirve. Al principio uno cree que la guerra se trata de un honorable esfuerzo colectivo y que encontrará la gloria en el campo de batalla; pero mi padre, yo, y cualquier otro soldado de oficio sabemos por segura una cosa: ése es el peor lugar para salir a buscarla. Allí no hay más que los gritos que se entrecruzan de los combatientes de ambos bandos, los alaridos de los aún agonizantes, y el hedor de la muerte. El coraje suele ser bastante caprichoso: acompaña a los hombres hasta el campo de batalla y a la mayoría allí mismo los abandona. Sólo aquellos que son verdaderamente valientes, manteniendo su temple incluso cuando reina el miedo, terminan siendo llamados héroes; pero éstos son siempre los menos. Hoy, anhelo la paz. Toda mi vida ha girado en torno a la guerra: desde muy pequeño comencé a entrenarme para ser un soldado, y a lo largo de mi juventud combatí e incluso hasta ahora sigo combatiendo a diario en las batallas que aquí tienen lugar. Apenas puedo recordar cómo era el sonido de la música que embellecía las calles, el bullicio alrededor de los mercados durante los días de feria, o incluso esos repentinos estallidos de alegría anónima. Hoy, todos los días son el mismo día: los rugidos de la batalla, el zumbido de las rocas que surcan los cielos lanzadas por los trebuchets normandos, y al anochecer las pomposas historias que cuentan en la taberna unos hombres que son tan viejos a pesar de haber vivido tan poco. Mijalis caminó hacia mí con una extraña seriedad en sus ojos. Me entregó su espada, arma que nuestra familia ha pasado de generación en generación; también su viejo yelmo y las piezas de su armadura que aún conservaba: el peto, la falda y las grebas. 'Todo esto es ahora tuyo; es el momento, hoy abandonarás este lugar. Nuestra familia ha vivido aquí por más de 200 años, es cierto, y estoy orgulloso de haberte podido contar nuestra historia, pero debes pensar en tu futuro. Algún día le contarás a tu hijo esta historia, y aunque más completa, será con igual orgullo. Combate hoy como el mejor, sal con vida y asegura ese mañana para ti'. Miré por la ventana y saltó a mi vista un detalle particular: nuestros propios soldados caminaban las calles vestidos con el uniforme de los Tagmata. A los pocos segundos vi pasar un grupo de varegos; y eso podía significar una cosa: barcos aliados habían traspasado el bloqueo normando y consiguieron hacer llegar unos cuantos refuerzos. 'Si ellos pudieron, también yo', pensé mientras dejaba la puerta a mis espaldas."
Instrucciones[]
Condiciones de partida[]
- Edad inicial:
Edad Feudal - Recursos iniciales: Ninguno
- Límite de población: 200
- Unidades iniciales:
Andreus Nautikos
Objetivos principales[]
- Andreus debe sobrevivir.
- Lleva a Andreus y sus hombres hasta el campamento señalado con la bandera.
- Defiende el campamento contra los ataques de los normandos. Perderás si los Cuarteles son destruidos.
- Escolta las dos carretas con alimentos hasta el granero señalado con una bandera. Perderás si algunas de las carretas son destruidas.
- Lleva a Andreus a encontrarse con Stefano Paterano cerca de la torre del homenaje de Bari.
- Reúnete con el catapán Stefano Paterano cerca de la brecha abierta de la muralla.
- Dirígete hacia las murallas de Bari y asume el mando.
- Destruye tres de las cuatro construcciones señaladas (aserradero, cuarteles, Molino y Galería de tiro con arco), y prevén, al mismo tiempo, que tus propios edificios militares sean destruidos. Recibirás recursos para crear más soldados tras arrasar algunos de esos edificios.
- Ve hasta donde se encuentra el trebuchet, en la zona de los Muelles.
- Krátones debe sobrevivir.
- Repara el buque de Lukas Procopio y lleváselo de regreso a los muelles de Bari.
- Lleva a Andreus y el trebuchet hasta donde está Stefano Paterano (Perderás si el trebuchet es destruido)
- Destruye la torre normanda.
- Los normandos atacan a Stefano Paterano por la retaguardia. Evita que lo maten.
- Destruye los dos muelles normandos.
- Dirígete hacia los muelles de Bari.
- Navega hacia la libertad.
Objetivo secundario[]
- Destruye el Monasterio enemigo ubicado tras las líneas enemigas.
Pistas[]
- Busca, siempre que te sea posible, defender en los 'cuellos de botella', hacer uso de contra-unidades, y combatir sobre las elevaciones del terreno; intenta también encerrar a pequeños grupos de soldados enemigos, rodeándolos o empujándolos hacia donde no puedan retroceder. Los normandos te superarán en número inevitablemente, por lo que tendrás que encontrar la manera de contrapesar la balanza a tu favor.
- Ten cuidado con los campamentos normandos instalados en las tierras abiertas y las numerosas patrullas que recorren sus alrededores.
- Las unidades enemigas no esquivarán tus proyectiles si utilizas la función de 'atacar área' (sólo disponibles para algunas máquinas de asedio y galeones artillados).
- Los bancos de arena (tómbolos) se tragarán cualquier barco que accidentalmente navegue hacia ellos.
- Andreus Nautikos tendrá acceso a las mejores clases de soldados que Bari pueda ofrecer: Tagmata (espadachines de mandoble), varegos (Alabarderos), Ballesteros, hostigadores de élite, Caballería Ligera, Jinetes, ciertas armas de asedio y barcos.
Jugadores[]
Aliados[]
- Bari (Italianos)
- Bari (Bizantinos)
Enemigos[]
- Normandos (Francos)
- Normandos (Francos)
- Normandos (Francos)
Estrategia[]
Tan pronto como finaliza el diálogo entre Andreus y Stefano Paterano, el jugador recibe un grupo de unidades que incluye ocho hombres de armas, cinco Ballesteros y cuatro Piqueros.
Defensa de los cuarteles[]
Dirígete al oeste de la ciudad para defender los cuarteles de los ataques normandos. Sin embargo, ten cuidado: justo en el medio de la ruta entre Bari y el cuartel merodean tres jinetes normandos que pueden matar a Andreus en caso de que cometas el error de enviarlo primero. Envía en primer lugar a tu pequeño ejército.
Rellena toda la infantería entre los cuarteles y las Empalizadas. Envía a los jinetes hacia el exterior de la entrada este. Ataca a los Ballesteros después de que la infantería haya matado a la mayoría de las unidades y defiende bien tus escorpiones totalmente mejorados para romper las líneas enemigas.
Luego de repeler el ataque de los normandos, lleva tus dos carros de comercio al Mercado en Bari. Antes de llegar a la ciudad, serás atacado por un grupo de caballería. Puedes evitarlos para poder entrar en la ciudad.
Romper líneas de abastecimiento normandas[]
La siguiente tarea consiste en destruir tres de las cuatro estructuras marcadas (una Yurta grande renombrado como "aserradero", un Molino, un Cuartel o una galería de tiro con arco), mientras se evita la destrucción de nuestros edificios militares. Recibirás recursos por cada estructura destruida (el molino, por ejemplo, proporciona 1000 unidades de alimentos y 200 unidades de madera). De cualquier modo, separa a un grupo de batalla a la vez y prepárate para evitar contraataques masivos. Ambos consistirán en unidades de caballería mixtas, espadachines nórdicos, piqueros, ballesteros, Arietes y escorpiones.
En general, los normandos utilizan ejércitos mucho más grandes, por lo que es imperativo abusar de todas las ventajas posibles. A los ballesteros, por ejemplo, les va mejor combatiendo en terrenos montañosos, como el que se encuentra cerca del "aserradero". Los normandos utilizan fuerzas de caballería bastante grandes, por lo que el jugador debe hacer un buen uso de las contra-unidades bizantinas más baratas (como los piqueros). Después de lograr destruir tres de las cuatro estructuras, los ataques de los normandos se detienen temporalmente.
Camino a los muelles de Bari[]
Pronto, se pasará a una escena en la que Stefano Paterano ordena a un gran grupo de caballeros que luchen contra un ejército normando para destruir una gran torre de control. Luego, la siguiente misión que se te otorga es adquirir un Trebuchet de un hombre llamado Lukas Procopio (éste menciona anteriormente que se lo ha comprado a un soldado normando). Él mismo pedirá que Andreus acompañe a su asistente Krátones para reparar un Brulote situado en un banco de arena. Después, un espadachín nórdico y un Lanzador de hachas desembarcarán pronto; evita que Krátones sea asesinado.
Envía el barco y a Andreus y Krátones de vuelta a los muelles y el trebuchet será tuyo por completo. Ahora debes huir rápidamente, ya que Procopio observa que los barcos normandos se acercan a los muelles de Bari y harán lo posible para atacar tu arma de asedio.
Destrucción de la torre de control normanda[]
Lleva el Trebuchet a una puerta al norte, junto al capitán Tagmata y su ejército. Las siguientes misiones son: proteger a Stefano Paterano de ser asesinado, ya que es atacado por los normandos al norte de su posición mientras se intenta destruir una torre normanda.
Intenta ubicar algunas de las unidades que defienden la torre a los murallas de Bari para ser atacadas por las torres, mientras envías tropas para defender simultáneamente a Paterano y a su vez armar el Trebuchet para destruir la torre. Los normandos también transportan unidades al sudoeste de la torre, así que prepárate para proteger el Trebuchet a toda costa.
Batalla por mar[]
Cuando hayas terminado, recibirás una gran flota de cinco brulotes rápidos, ocho Galeones y tres buques de demolición . El objetivo es destruir dos muelles normandos al norte. El enemigo está usando tantas unidades navales (compuestas de galeones y galeras) como tropas de tierra (dos Onagros y algunos Ballesteros, así como un Escorpión). También enviarán una gran flota después de un rato, así que gestiona bien tus barcos, utilizando los Dromons (renombre dado a los brulotes) y los buques de demolición para destruir tantos barcos como sea posible.
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Y finalmente, la última misión: dirigirse hacia el puerto para zarpar de Bari. Luego de un diálogo con Lukas Procopio, ordena a Andreus que ingrese en el barco de transporte y navega a un lugar designado. Sin embargo, hay una trampa : algunas galeras vendrán a atacarte y deben ser destruidas. Esto se hace llevándolos a los bancos de arena; estos sirven para destruir cualquier nave que acceda a esos lugares, inclusive tu barco. Si logras llegar a destino, ganarás el escenario.
Epílogo[]
"Ya llegado a la capital del Imperio bizantino, descubrí que mi barco no fue el único que venía desde Bari. Una mañana, mientras hablaba con el dueño de una pequeña tienda de venta de carne, oí unos fuertes gritos que provenían del puerto. Fui corriendo hacia el muelle, y cuando me acerqué lo suficiente pude ver varios hombres siendo desesperadamente sacados de su transporte zozobrante: era una embarcación que había partido desde Bari, escapando en el momento justo en que los normandos entraban en la ciudad. Lo primero que pensé fue en pedir noticias sobre mi padre... 'Siempre escuchaba los comentarios de la gente sobre cuán grandioso soldado era tu padre, pero esta vez yo mismo pude verlo en toda su gloria, como si los últimos 40 años no hubieran pasado para él...', uno me dijo; y luego de que el hombro le fuera vuelto a colocar en su lugar, continuó: 'Hizo justamente como lo retrataban esas historias: combatió valientemente por su honor y el de su gente, y con honor murió'. Inmediatamente me retraí a mis propios pensamientos... Aún conservo las armas y armaduras de mi familia, pero dudo que algún día vuelva a usarlas. He presenciado suficiente guerra para horrorizar a diez generaciones; hoy sólo quiero cambiar la espada por una pala o una pluma, un martillo, una sierra, hasta tal vez una lira. He decidido probar la vida de viajero por un tiempo y explorar el imperio; desde Tesalia hasta Anatolia, y más allá, realizando distintos trabajos a medida que descubra nuevas tierras. Quizá en unos años gane suficiente dinero como para comprar una casa en las afueras de Patra para mí y para mi futura familia. Allí cultivaría interminables parrales sobre las colinas. Y, quien sabe, algún día, cuando me toque a mí contar la historia de nuestra familia a mis hijos y a mis nietos, pueda terminarla con un 'y así fue como al fin encontramos la paz'."
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